Un empleado de una empresa denunció una trama para infradeclarar el valor de prendas de vestir importadas de China.
El Gobierno de Estados Unidos ha intervenido y presentado una denuncia en un caso de fraude aduanero en el que está implicado un importador de uniformes suministrados a cadenas de comida rápida y proveedores de atención sanitaria. El Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) alega que Barco Uniforms y sus socios fabricantes con sede en China conspiraron para llevar a cabo un esquema de doble facturación, infravalorando y subpagando sistemáticamente los derechos de aduana adeudados por las importaciones de prendas de vestir de la empresa.
Iniciado por un denunciante -un antiguo ejecutivo de Barco que presentó una demanda al amparo de la Ley de Reclamaciones Falsas (FCA)-, el caso pone de relieve el papel vital de los denunciantes a la hora de revelar fraudes aduaneros y las importantes recompensas económicas que pueden recibir.
Doble facturación e infravaloración
Según el gobierno, Barco y sus proveedores emplearon una táctica clásica de fraude aduanero: la doble facturación. En concreto, supuestamente conspiraron para crear dos facturas comerciales para cada envío. Una factura reflejaría los precios reales y se utilizaría a efectos de facturación. La segunda factura se falsificaba y mostraba precios supuestamente artificialmente bajos. Esta factura se presentaba al Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) para declarar un valor inferior al real de la mercancía al introducirla en la aduana.
El Departamento de Justicia alegó que el plan permitió a Barco pagar muchos menos derechos de aduana de los que debía. Además, el ahorro obtenido por Barco le permitió supuestamente obtener contratos con importantes cadenas de restaurantes estadounidenses en un mercado tan competitivo como el del suministro de uniformes, lo que supuso un perjuicio para los competidores respetuosos de la ley y costó al Gobierno de Estados Unidos millones de dólares en derechos de importación perdidos.
Al introducir mercancías en la aduana, los importadores deben declarar el valor real de transacción de sus mercancías, respaldado por facturas comerciales. Los derechos de aduana se calculan en función de los valores declarados y los tipos arancelarios aplicables.
Al presentar facturas falsificadas con valores artificialmente bajos, Barco y sus cómplices presuntamente violaron la FCA, que prohíbe hacer declaraciones falsas a sabiendas para evitar el pago de dinero adeudado al gobierno federal. El Departamento de Justicia alega que el plan supuso una pérdida de ingresos por derechos de aduana de millones de dólares.
Precios fraudulentamente bajos de la DDP
Según los documentos presentados ante el tribunal, Barco habría solicitado presupuestos de precios "DDP" a posibles proveedores chinos. DDP, que significa "Delivered Duty Paid" (entrega con derechos pagados), significa que el vendedor es responsable de organizar la entrega de la mercancía al comprador, incluida la entrada en aduana y el pago de los derechos de aduana. Por consiguiente, en las transacciones DDP legítimas, los presupuestos incluyen el importe total de los derechos de aduana devengados por la mercancía.
Sin embargo, al competir por el negocio de Barco, los proveedores dispuestos a participar en el esquema de pago insuficiente ofrecieron a Barco precios DDP mucho más bajos al subestimar el componente de derechos de aduana, lo que indicaba que planeaban pagar menos derechos y pasar el ahorro a Barco, según el DOJ. Por el contrario, Barco recibió ofertas de proveedores competidores respetuosos con la ley que incorporaban los costes reales, más elevados, de los derechos de aduana.
El esquema se confirmaba supuestamente por correo electrónico. Por ejemplo, un proveedor supuestamente envió un mensaje a Barco para informarle de que sólo se declararía una fracción del derecho correcto en un envío concreto, advirtiéndole: "No podemos declarar un valor demasiado bajo o nos meteremos en problemas".
Además, una empresa auditora independiente contratada por Barco señaló supuestamente sus prácticas aduaneras como un riesgo. En concreto, advirtió a Barco de que "los cálculos de aranceles deben comprobarse dos veces antes de acordar el precio final del PDD con el proveedor", citando las ramificaciones legales de pagar aranceles aduaneros inferiores a los reales.
No obstante, según el DOJ, Barco hizo caso omiso de esas advertencias y siguió realizando operaciones de compra de DDP que implicaban pagos de derechos fraudulentamente bajos.
El denunciante: un conocedor de primera mano
Según los expedientes judiciales, el denunciante que inició el caso era un antiguo ejecutivo de Barco con acceso a los precios internos, las negociaciones contractuales y las comunicaciones con los proveedores extranjeros. Tras plantear repetidamente a la dirección de Barco su preocupación por las prácticas aduaneras fraudulentas y ser finalmente despedido, el denunciante presentó una demanda qui tam FCA sellada, proporcionando al gobierno pruebas detalladas.
A diferencia de algunos casos de fraude aduanero en los que los denunciantes se basan en datos comerciales públicos o en conocimientos del sector, las denuncias del denunciante de Barco se basaban en información privilegiada: correos electrónicos internos, hojas de cálculo, desgloses de costes y observaciones de primera mano sobre cómo la empresa y sus proveedores estructuraban sus transacciones. Este tipo de pruebas suele ser crucial para que el Gobierno intervenga con éxito y persiga los casos de fraude aduanero en virtud de la FCA.
Cómo funcionan los casos de denuncia de la FCA
La FCA es la herramienta más poderosa del gobierno para combatir el fraude con fondos federales, incluidos los derechos de aduana evadidos. En virtud de las disposiciones qui tam de la FCA, los denunciantes (conocidos como "relatores") tienen derecho a presentar demandas en nombre del gobierno. Pueden recibir una parte de cualquier recuperación, del 15% al 25% si interviene el gobierno, y hasta el 30% si el denunciante procede de forma independiente.
Esas recompensas pueden ascender a millones de dólares, sobre todo porque la FCA permite al Gobierno recuperar el triple de los daños, lo que en casos aduaneros significa el triple de los derechos pagados de menos, además de importantes sanciones civiles por cada declaración o presentación falsa realizada al CBP. La FCA también incluye disposiciones que protegen a los denunciantes de las represalias y prevén que los infractores paguen los honorarios de los abogados del denunciante, lo que crea poderosos incentivos para que los iniciados con conocimiento del fraude lo denuncien.
Compromiso del DOJ con la lucha contra el fraude aduanero
El caso Barco forma parte de una tendencia creciente de aplicación agresiva del DOJ contra el fraude aduanero en el marco de la FCA. El DOJ ha declarado que perseguirá a los importadores y a sus proveedores que evadan derechos de aduana, ya sea mediante tácticas como la doble facturación, la infravaloración, la clasificación errónea, el transbordo y la tergiversación del país de origen.
La intervención del DOJ subraya su posición de que las acciones iniciadas por los denunciantes en el marco de la FCA son fundamentales para proteger la integridad de las leyes comerciales estadounidenses y garantizar la igualdad de condiciones para las empresas honestas s.
Lo que los posibles denunciantes deben saber
Si usted sabe que un importador o proveedor ha incurrido en prácticas aduaneras fraudulentas -incluida la infravaloración de mercancías, la doble facturación, la clasificación errónea de mercancías o el uso de empresas ficticias para disfrazar a las verdaderas partes de las transacciones- puede estar en condiciones de presentar con éxito una denuncia ante la FCA. Entre las señales de alarma a tener en cuenta se incluyen:
- Solicitudes para crear o presentar varios conjuntos de facturas para el mismo envío (uno para aduanas y otro para pagos).
- Valores declarados significativamente inferiores a los precios realmente pagados o acordados.
- Utilización de códigos HTS incorrectos o mercancías mal etiquetadas.
- Facturas comerciales o resúmenes de entrada en aduana del formulario 7501 falsificados.
Los empleados, antiguos empleados, proveedores o competidores con acceso a pruebas fiables suelen ser los mejor situados para aportar la documentación e información necesarias para el éxito de un caso.
Hable con un abogado experto en denuncias de fraude aduanero
Se cree que el fraude en materia de derechos de aduana está muy extendido, pero puede ser difícil de detectar si no se tiene conocimiento de la situación. Aunque la FCA ofrece importantes incentivos financieros y protecciones legales a los denunciantes, el proceso es complejo y requiere una cuidadosa orientación jurídica. Para maximizar sus posibilidades de éxito, es fundamental consultar con un abogado con experiencia en denuncias de fraude aduanero como Mark A. Strauss antes de tomar medidas.
En Mark A. Strauss Law, tenemos amplia experiencia representando a denunciantes en casos de fraude aduanero FCA. Entendemos las complejidades de las regulaciones aduaneras, el comercio internacional, y la FCA. Podemos ayudarle a evaluar su evidencia, construir un caso fuerte, y navegar el proceso legal de principio a fin.
Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para una consulta gratuita y confidencial si tiene información sobre fraude aduanero relacionado con infravaloración, doble facturación, clasificación errónea u otras prácticas engañosas. Todas las comunicaciones están protegidas por el privilegio abogado-cliente, y usted no paga honorarios legales a menos que recuperemos una recompensa de denunciante en su nombre.
El fraude es su juego. La integridad es el suyo. Permítanos ayudarle a hacer lo correcto y obtener una recompensa por ello.