La empresa presuntamente facilitó al Gobierno datos sobre costes y precios inflados al negociar contratos sin licitación para proyectos militares relacionados con drones
dron Insitu. La empresa llegó a un acuerdo sobre las acusaciones de la Ley de Reclamaciones Falsas de que infló los precios de las piezas vendidas a la Marina estadounidense y al Mando de Operaciones Especiales (SOCOM).
Insitu, filial del contratista aeroespacial y de defensa Boeing, ha acordado pagar 25 millones de dólares para resolver una demanda interpuesta al amparo de la Ley de Reclamaciones Falsas en la que se le acusaba de haber defraudado al Gobierno al hacer pasar por nuevas piezas y componentes de aviones no tripulados reciclados y reacondicionados en el marco de contratos de defensa con la Marina de los Estados Unidos y el Mando de Operaciones Especiales (SOCOM). El antiguo empleado de Insitu que presentó la demanda qui tam y destapó así el fraude recibió una recompensa de 4,6 millones de dólares.
Costes inflados y precios no conformes
La denuncia qui tam del denunciante -presentada en virtud de la Ley de Falsas Denuncias ante un tribunal federal de Washington- alegaba que Insitu había estafado millones de dólares al Gobierno en relación con contratos de incentivos sin licitación y a precio fijo que le habían sido adjudicados para proyectos militares relacionados con drones. En concreto, la empresa presentó datos sobre costes y precios inflados durante las negociaciones de los contratos, proponiendo suministrar piezas y componentes nuevos para drones, cuando en realidad tenía previsto suministrar, y así lo hizo en última instancia, piezas recicladas, reacondicionadas y reconfiguradas menos costosas.
Un informante se entera de un fraude en un contrato de defensa
En particular, el denunciante de la Ley de Reclamaciones Falsas -que trabajó en Boeing durante más de 40 años antes de ser despedido tras plantear sus dudas sobre la legalidad del plan de precios- observó de primera mano el presunto plan. Como director de precios, estimaciones y análisis financiero de adquisiciones, el denunciante se ocupaba de que la empresa cumpliera la normativa de adquisiciones del gobierno de EE.UU., entre otras cosas:
- El Reglamento Federal de Adquisiciones (FAR), que contiene las normas básicas para los contratistas de la Administración.
- el Suplemento del Reglamento de Adquisiciones Federales de Defensa (DFAR), que establece los requisitos de adquisición del Departamento de Defensa de EE.UU., y
- la Ley de Veracidad en las Negociaciones (TINA), que obliga a los contratistas de la Administración a facilitar datos sobre costes y precios en apoyo de sus propuestas para determinados contratos, a fin de evitar que la Administración pague precios inflados.
Sin embargo, los funcionarios de la empresa no permitieron que el denunciante accediera a los registros contables que necesitaba para verificar los precios presentados al gobierno, lo que le llevó a negarse a firmar las certificaciones de costes presentadas al gobierno porque le preocupaba su exactitud. En lugar de ello, se puso en contacto con funcionarios de la Administración, les contó lo que había visto y finalmente presentó su denuncia qui tam.
Prevalencia del fraude en la contratación pública y las adquisiciones
El caso Institu es un ejemplo clásico de fraude en la contratación pública. El Gobierno federal gasta más de 500.000 millones de dólares al año en la adquisición de bienes y servicios, principalmente en los sectores de defensa y sanidad. Con los billones adicionales de gasto federal que se prevén ahora para luchar contra la crisis COVID-19, la actividad de contratación pública federal se está disparando. En consecuencia, los riesgos que plantean al contribuyente estadounidense los contratistas y proveedores implicados en fraudes nunca han sido mayores. El Gobierno necesita urgentemente que personas de dentro de las empresas con una visibilidad y una visión únicas de las conductas fraudulentas -como el denunciante del caso Insitu- den un paso al frente y denuncien. Algunos de los casos más significativos de la historia -y de las recompensas qui tam- han estado relacionados con el fraude en la contratación pública.
Los posibles denunciantes deben estar atentos al fraude
El fraude en la contratación pública suele implicar dos tipos básicos de conducta indebida: (i) la inflación artificial de los costes reclamados o (ii) la entrega de productos o servicios no conformes o de calidad inferior. En particular, el caso Insitu se refería a ambos. Los posibles denunciantes deben estar atentos a una serie de posibles infracciones de la Ley de Reclamaciones Falsas, entre ellas:
- Facturas que exageran fraudulentamente la cantidad o el tipo de bienes o servicios, utilizan precios o tarifas de facturación inflados o comprenden la doble facturación.
- Hacer pasar productos por conformes cuando en realidad son defectuosos, están por debajo de la norma o no satisfacen los requisitos, normas o especificaciones de ensayo, inspección, contractuales o reglamentarios.
- Inflar los costes en los contratos "cost-plus", "no-bid", "sole-source" o "single-source".
- Falsificación de la elegibilidad de un contratista para el contrato en cuestión.
- Falsear la formación y las credenciales de los empleados o subcontratistas.
- Inflar los gastos reembolsables u ocultar la recepción de descuentos o rebajas que los reduzcan.
- Conspirar con competidores para manipular licitaciones, y,
- El pago de comisiones ilegales, gratificaciones ilegales o sobornos por contratos públicos.
Estatuto de protección del contribuyente de la época de la Guerra Civil
Originalmente promulgada durante la Guerra Civil para combatir el fraude de los proveedores del Ejército de la Unión, la Ley de Reclamaciones Falsas impone una importante responsabilidad a las partes que, a sabiendas, cobran de más o pagan de menos al gobierno federal o a sus organismos. Las disposiciones de la Ley de Reclamaciones Falsas permiten a los particulares demandar en nombre del gobierno por reclamaciones falsas y participar en los beneficios. Los denunciantes de la Ley de Reclamaciones Falsas que tienen éxito reciben recompensas del 15-30% de cualquier recuperación.
Póngase en contacto con un abogado experto en denuncia de irregularidades
Si está considerando denunciar un fraude en la contratación o adquisición u otros tipos de infracciones de la Ley de Reclamaciones Falsas, solicite una consulta gratuita y confidencial con el abogado experto en denuncias Mark A. Strauss.