High Life LLC supuestamente comunicó precios de "primera venta" falsos en las declaraciones de importación presentadas al CBP.
El mayorista neoyorquino de prendas de vestir High Life LLC ha pagado al Gobierno estadounidense 1,3 millones de dólares para resolver las acusaciones de que infringió la Ley de Reclamaciones Falsas al declarar un valor inferior al real en sus importaciones.
Según el Departamento de Justicia de EE.UU., High Life comunicó a sabiendas precios ficticios de "primera venta" en los documentos de entrada en aduana presentados ante el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras de EE.UU., reduciendo así fraudulentamente los derechos de importación de la empresa.
Primera venta Valoración en aduana
El valor imponible de una importación -conocido como valor de transacción- suele ser el precio pagado por el comprador, que generalmente se refleja en la factura del vendedor.
Sin embargo, si el vendedor es un intermediario que compró la mercancía a un fabricante, las leyes aduaneras dejan más margen al importador.
En concreto, el importador puede declarar como valor imponible el precio de "primera venta", es decir, el importe que el intermediario pagó al fabricante. Esto puede reducir sustancialmente las obligaciones arancelarias del importador, ya que los precios cobrados por los intermediarios suelen incluir recargos.
No obstante, según la normativa del CBP, los importadores sólo pueden utilizar los precios de primera venta si se cumplen determinadas condiciones. La transacción entre el fabricante y el intermediario debe haberse realizado de buena fe, en condiciones de plena competencia y sin influencias ajenas al mercado.
Los falsos precios de primera venta de High Life
High Life adquiría prendas de vestir a vendedores de China, Hong Kong y Taiwán. Estos vendedores eran intermediarios que compraban los productos a fabricantes de toda Asia Oriental, incluidos Vietnam, China y Camboya, antes de revenderlos a High Life.
Según el Departamento de Justicia, High Life presionó a los vendedores para que comunicaran precios de primera venta falsos de los fabricantes. En concreto, la empresa presuntamente exigía a los vendedores que le facilitaran facturas falsas de los fabricantes que contenían precios artificialmente bajos que High Life "dictaba", en lugar de los precios reales que pagaban los vendedores, que eran más altos.
Sin embargo, el Departamento de Justicia alegó que, al ser fijados por el importador, los precios no eran de buena fe, de libre competencia o libres de influencias ajenas al mercado.
A pesar de ello, High Life supuestamente declaró falsamente esos valores como supuestos precios legítimos de primera venta en sus documentos de entrada en aduana. Como resultado, la CBP supuestamente no recaudó cientos de miles de dólares en derechos de importación que High Life debía.
Transición de los términos de envío LDP a FOB
En concreto, la empresa supuestamente cometió el fraude al cambiar su modelo de negocio de las condiciones de envío Landed-Duty-Paid o LDP a las condiciones Free-on-Board o FOB.
Los vendedores de High Life actuaban como importadores de registro -y, por tanto, eran responsables de la presentación de documentos de entrada en aduana precisos y del pago de los derechos correspondientes al CBP- según el modelo LDP. High Life les pagaba los precios de compra con los aranceles incluidos.
Sin embargo, con el cambio a condiciones FOB, High Life se convirtió en la parte responsable de los trámites aduaneros, los pagos y el cumplimiento, y las partes negociaron nuevas estructuras de precios.
No obstante, cuando se produjo la transición, docenas de pedidos preexistentes de High Life aún estaban en proceso de fabricación o envío, según la denuncia del Departamento de Justicia conforme a la Ley de Reclamaciones Falsas.
Además, High Life supuestamente ya había firmado contratos para vender la ropa a sus clientes -incluidos los minoristas "Big Box"- a precios que había negociado basándose en su anterior estructura de precios basada en el PDL.
El Departamento de Justicia alegó que la empresa se dio cuenta de que no podría alcanzar los márgenes de beneficio previstos inicialmente con respecto a los pedidos preexistentes si utilizaba precios de primera venta exactos. Por lo tanto, supuestamente ideó y participó en el esquema.
Fraude aduanero y Ley de reclamaciones falsas
Declarar erróneamente a sabiendas el valor de las importaciones constituye una infracción de la Ley de Reclamaciones Falsas, que es la herramienta de litigio civil más poderosa del gobierno de EE.UU. para combatir el fraude. Impone una responsabilidad sustancial a las partes que, a sabiendas, pagan de menos o cobran de más al gobierno federal o a sus organismos.
Las disposiciones qui tam de la Ley de Reclamaciones Falsas autorizan a los particulares conocidos como denunciantes a demandar a los infractores en nombre del gobierno. Los denunciantes tienen derecho a recibir entre el 15 % y el 30 % de los ingresos de la demanda como recompensa.
En particular, los denunciantes de irregularidades en virtud de la Ley de Reclamaciones Falsas no tienen por qué ser residentes en Estados Unidos, ni siquiera ciudadanos estadounidenses.
Después de los impuestos de sociedades e individuales, los derechos y aranceles de importación son la mayor fuente de ingresos del gobierno federal. La lucha contra el fraude aduanero es una de las principales prioridades del Departamento de Justicia, que ha reconocido que roba al contribuyente estadounidense y es injusto para los importadores respetuosos de la ley que confían en la igualdad de condiciones.
El fraude aduanero suele consistir en la infravaloración a sabiendas de las importaciones, como en el caso High Life, la clasificación errónea de las importaciones con arreglo al Harmonized Tariff Schedule (HTS), o la declaración errónea del país de origen. El fraude del país de origen suele implicar el transbordo de mercancías a través de terceros países antes de su entrada en Estados Unidos. Se cree que prevalece como táctica para eludir los elevados aranceles de la Sección 301 sobre productos chinos.
Los denunciantes de fraude aduanero suelen ser empleados o antiguos empleados de empresas que importan productos. Suelen trabajar en abastecimiento, logística, compras o finanzas.
Hable con un abogado especializado en denuncias de fraude aduanero
Si usted sabe de partes involucradas en la evasión de derechos de importación, es importante hablar con un abogado con experiencia en denuncias para aprender acerca de sus derechos como un potencial denunciante de la Ley de Reclamaciones Falsas. Llame al abogado denunciante de fraude aduanero Mark A. Strauss para una consulta gratuita. Todas las comunicaciones están protegidas por el privilegio abogado-cliente y son confidenciales.
Para recuperar una indemnización de la Ley de Reclamaciones Falsas, debe presentar una demanda qui tam. No basta con denunciar la irregularidad a una agencia o a una línea de denuncia.